jueves, 5 de mayo de 2016

¿CAMBIO O NO CAMBIO?


Mi coneja enana se llama Asia.
Siempre me ha llamado la atención la cultura oriental, tan distinta a la nuestra. Y como epicentro de la misma Japón.
Curiosamente, nunca me he planteado viajar hasta allí ni conozco a ningún japonés, pero sí a una persona que lo ha visitado. Posiblemente me gustaría y disfrutaría de su cultura. Cuando llega a mis manos algo relacionado con la cultura nipona, sencillamente me entusiasmo.
Ya mi blog lo llamé así por la leyenda japonesa, que podéis leer en el apartado de:
¿Por qué este blog?.
Su simbolismo me sorprende, la manera de plantear su arquitectura, sus santuarios, sus templos, la sutilidad y el refinamiento de sus jardines, sus rituales, sus costumbres como la ceremonia del té, sus modales, su filosofía y su vocabulario basado en ideogramas.
Es como ir a la esencia de lo que quieres decir, ir al punto y expresarlo en un solo caracter, sin rodeos. Esta condensación del lenguaje me parece muy interesante.
De hecho, tengo palabras favoritas que no me preguntéis por qué pero que me seducen por su sonoridad.

Tsunami, kuntsukuroi, bushido, sakura, geisha, sensei, tatami, bonsai, shiatsu, wabi-sabi, yorokobu, haiku, kirei, reiki.
Las traduciré porque sus significados son muy bellos.

KUNTSUKUROI: Es el arte de reparar piezas cerámicas con oro. Hace referencia a la resiliencia y a la belleza del error y de lo imperfecto.

BUSHIDO: Es un código ético samurai que plantea un modo de vida cuya traducción literal es "el camino del guerrero".

SAKURI: Es la flor del cerezo, la flor más significativa de la cultura japonesa y que representa la belleza de la naturaleza y de los nuevos comienzos por florecer en primavera.

GEISHA: La artista tradicional japonesa, doncella del placer y del entretenimiento.

SENSEI: Significa maestro, alguien que tiene más experiencia y años y que enseña a otro, el aprendiz.

TATAMI: La estera tradicional de las casas japonesas asociadas a la ceremonia del té.

BONSAI: Eran símbolo de divinidad y una planta de nobles. La consecuencia del arte de cultivar plantas y árboles modelando su forma. 

SHIATSU: Técnica tradicional japonesa para mejorar la salud mediante conocimientos anatómicos y fisiológicos.

WABI-SABI: Concepto que refiere a la belleza de lo rústico.
"El wabi-sabi cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto".  Richard R. Powell.

YOROKOBU: La felicidad consciente en japonés. Se podría entender como pequeños momentos que son mágicos para ti. Llamados coloquialmente como momentos yorokobu.

HAIKU: poema japonés, breve, sencillo y sutil que hace referencia a la naturaleza y que tiene la particularidad de eliminar de la ecuación al ego del autor.

KIREI: Significa hermoso, lindo. También se traduce como limpio, ordenado, puro. Con lo que se deduce que lo que es limpio, ordenado y puro para los japoneses es hermoso.

REIKI: Técnica terapéutica originaria de Japón traducida como energía del alma o energía vital y que se cree que trata desequilibrios emocionales.

Todas me encantan pero la palabra tsunami me produce una mezcla de fascinación y miedo atroz. Me gusta su simbolismo.
Además, en mi casa siempre se ha pintado el mar, la espuma de las olas, su fuerza bruta y extraordinaria. No es casualidad que nos atraiga lo que nos atrae.

En este post quería hablar de una nueva palabra japonesa llamada "mon" y que significa puerta y que ha llegado a mi vida bajo el disfraz de una ilusión profesional.
El significado profundo de puerta de por sí me parece muy sugerente.
Una puerta es una entrada a un mundo y simbólicamente es un lugar de paso, de cambio, de decisiones.

¿Dónde entras?
¿De dónde sales?
¿Qué dejas atrás?
¿Qué te espera adelante?
¿Qué habrá al otro lado?

Debe ser que me cautivan las puertas porque siempre recuerdo tener esa sensación de dejar algo atrás y aventurarme hacia túneles desconocidos.
Digo túneles y no puertas porque nunca veía claro hacia dónde me llevaban mis decisiones, me dejaba llevar muchas veces por mi intuición, sintiendo que al final habría algo interesante que ver y conocer. 
Y nunca me he equivocado; pudo decir que aprendo de todas mis decisiones.
Qué le voy a hacer, me gusta aprender.

En Japón, las puertas son importantes, son espacios de paso entre lo divino y lo mundano y simbolizan la purificación y la iluminación.
Al indagar más en el tema, me sorprendí de la cantidad de puertas diferentes que existen en templos, santuarios, pabellones y palacios. He aquí algunas de ellas:

MASUGATA: Un espacio conformado por un patio a lo largo de la pared de un castillo con dos puertas situadas en ángulo.

KaraMON: Un tipo de puerta con un frontón ondulado que inicialmente se usaba como símbolo de autoridad y prestigio.

KabukMON: una entrada sencilla formada por dos postes y una viga de sección cuadrada.

RoMON: Una puerta de dos pisos de única cubierta cuyo piso superior es inaccesible y está bordeado por una barandilla.

NijuMON: Una puerta de dos pisos, ambos con cubierta y cuyo piso superior sí es accesible.

KoraiMON: una entrada formada por dos pilares y una cubierta de teja a dos aguas. Los dos pilares delanteros tienen también sendas cubiertas pequeñas de tejaa dos aguas.

HeijuMON: Una puerta que consiste solo en dos postes cuadrados.

UzumiMON: Una puerta que conecta espacios a diferentes niveles. Su traducción literal es "puerta enterrada".

YakuiMON: Una puerta techada por una cubierta a dos aguas sostenida por pilares en sus esquinas.

HakkyakuMON o YatsuashiMON: Una entrada de ocho pilares visibles que sustentan los cuatro principales debajo de la puerta de paso.

Aquí he escrito tan solo diez tipos de puertas o entradas japonesas, pero hay muchas más. Y me he centrado en la arquitectura japonesa porque uno siempre habla de lo que le entusiasma, o debería hacerlo. Y sí, pienso que las puertas tienen mucho que enseñarnos, que son oportunidades de cambio, como menciona Santiago de Molina, cuya conferencia TEDx os recomiendo y enlazo desde aquí: 

www.youtube.com/watch?v=CJToz2M8MDk

Porque hay puertas feas, misteriosas, majestuosas, imponentes, las hay que esperan a que las abramos y las atravesemos para descubrir qué hay al otro lado, al contrario de las que están cerradas a cal y a canto y que jamás volveremos a abrir.

Puertas con frontones, puertas de incendios, puertas de entrada, puertas domésticas, puertas transparentes, semi-transparentes, invisibles, puertas de colores, puertas correderas, abatibles y fijas, puertas infinitas, giratorias, puertas que nos acogen, que nos echan y también las puertas de atrás.
Las puertas son para valientes, cuando entras o sales de una de ellas, quizá ya no vuelvas a ser el mismo. Y nos gusta seguir siendo el mismo, el de siempre, a pesar de que sabemos que no se puede, que es imposible. 
El cambio nos cambia.

Suponen un límite, o una oportunidad, o un reto, o una duda, o una esperanza, o un cambio. Lo que tú quieras.

Yo me quedo con la última opción.
Cuando una puerta se cierra, es porque otra pronto se abrirá. Si estás atento. 

O eso quiero creer.