lunes, 29 de diciembre de 2014

¿RECONOCIMIENTO O CRECIMIENTO?



Quedan unas horas para el año nuevo y empiezo el 2015 con un título el cual me ha dado para muchas reflexiones. Y me apetece compartirlas con vosotros.

En esta sociedad que nos ha tocado vivir, que aparentemente nos da libertad de expresión, opinión y elección, ¿de verdad nuestras decisiones no están condicionadas por nada más que nuestro propio criterio?
Ser fiel a uno mismo no es lo habitual. La publicidad nos condiciona, la comparación, el interés, el miedo, la presión social, lo políticamente correcto, la ignorancia, la inconsciencia,...
En esencia, lo que intento transmitir aquí es que se pueden tomar decisiones en base al exterior o en base al interior, nuestro interior.

Yo este año voy a proponerme escuchar más a mi intuición, ya que cuando la escucho me habla más a menudo, y ¡me encanta!.

Lo que más me interesa es ser capaz de tomar decisiones conscientes sin dejarme llevar por otros motivos ajenos a los que yo de verdad valoro.
Cambio la competitividad por la colaboración, el interés por la generosidad y el ser popular por el éxito silencioso, entendido éste como ser cada día mejor que el anterior, estar orgulloso de la persona en la que te vas convirtiendo; y lo llamo silencioso porque no quiero que dependa del aplauso exterior, de los reconocimientos ni del éxito social.

Me he dado cuenta de que cada vez me importa más la libertad interna, sentirme independiente de todo, no apegarme a ello y no dejar que nada ni nadie determine mi comportamiento, excepto yo misma, mis valores y mis prioridades.

Necesitar el reconocimiento externo y buscar la mirada ajena en mi opinión no proporciona una verdadera libertad, y además desgasta. 

No obstante, el mundo no nos lo pone nada fácil.

Debido a una serie de acontecimientos vividos los últimos meses, he captado la diferencia entre estos dos conceptos.
Buscar reconocimiento es regalar tu poder a las circunstancias externas.
Buscar el crecimiento tiene que ver más con saber que eres un ser valioso y que vas a desarrollarte con todos los recursos a tu alcance para poder ser tu mejor versión. Depende más de tu interior.

Lo que suele pasar es que el reconocimiento genuino se lo suelen llevar los segundos, aunque no siempre de forma pública.

¿Por qué con ciertos arquitectos no siento ningún tipo de admiración aunque hayan sido reconocidos nacional e internacionalmente? ¿realmente evolucionan como personas en su trabajo o sólo les importa mantenerse en la escala del éxito a toda costa?

¿Y por qué con otros apenas conocidos y poco o nada premiados siento una conexión y una cercanía que me hace admirarlos tanto? ¿por qué con unos sí y con otros no?

¿Admiración y reconocimiento pueden ir separados?
Alguien puede ser admirado pero nunca recibir reconocimiento y viceversa, recibir mucho de éste en ausencia de admiración por la persona en sí.

Dalí, por ejemplo, figura importantísima del movimiento surrealista fue admirado por muchos, pero le faltó ser reconocido por su propio padre que lo desheredó, y sufrió desprecios de personas importantes dentro del surrealismo que lo expulsaron de determinados círculos intelectuales.
Dalí me inspira porque fue un ser que siguió siempre su visión asumiendo las consecuencias de ser fiel a sí mismo. Creció como artista y consiguió una enorme popularidad como personaje público. La lealtad a sí mismo le proporcionó notoriedad. Aunque muchos no lo crean así, puesto que también fue un provocador.

No traicionarse es de lo que hablo en este post y para ello se necesita desembarazarte de todo lo que te han dicho, desaprenderlo, "liberarse de" para llegar a una "libertad para".

Si tengo que enlazar estos dos conceptos con el proceso de una obra creativa diría que el reconocimiento está ligado más al resultado, cuando algo te sale bien, funciona y te reconocen por ello.
La admiración conecta con el proceso, un viaje en el que te descubres a ti mismo y sientes de lo que eres capaz.

¿Qué pasa si el esfuerzo de una meta ha sido importante pero el resultado no tanto?
¿Cómo te sientes cuando algo no te ha supuesto esfuerzo pero el resultado ha sido espectacular?

¿Qué te satisface más? ¿El aplauso del exterior o la persona en la que te has convertido recorriendo el camino para conseguir tu objetivo? ¿Quieres destacar o crecer?

Uno te ata, el otro te libera.

Mi propósito este año será descubrir que quiero crear, qué me da verdadera satisfacción, alegría, qué quiero que sea lo que me defina.

Quiero ser como las noctilucas, emitir luz desde mí misma aunque fuera esté oscuro.

¿Tú que quieres ser?

¡¡Feliz 2015!!

2 comentarios:

  1. "Me he dado cuenta de que cada vez me importa más la libertad interna, sentirme independiente de todo"... Gran reflexión!! Creo que eso debe de ser "Madurez"!!! Belo texto Silvi!!! Besooo!

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  2. Madurez o no, es lo que te permite actuar sin condicionamientos, la libertad en el exterior no siempre es posible pero en el interior sí. Gracias por comentar amigo!!! Estamos en la misma onda!!! Un abrazo grande!!!

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