POESÍAS


Llorar es sano,
te permite ir al encuentro de quien evitará esas lágrimas.
La gente que de verdad te quiere.











Te crees que eres invisible para mí,
pero te percibo en tus creaciones.
Lo que pasa es que a mí me gusta lo sutil.











Estoy bastante enfadada.
Tus opiniones son tuyas.
Tal como es uno, percibe lo que le rodea.
¡Menos mal!
Todo se relaciona con vos, aunque no lo sepas.
Mi sistema nervioso me ayuda,
conoce muy bien los trucos y avisa rápidamente al cuerpo.
El enfado aparece y toca la campana.
El cerebro interviene.
Una opinión es solo una opinión.
No te apropies de ella. Ten la tuya. 
Un saludo ¡limitados!.











Esto de ser ángel o demonio tiene su aquél,
el ángel te dice:
- Súbete a la nube, verás el arco iris,
todo será ligero y te convertirás en pluma.
El demonio te dice:
- Ponte de negro, incéndialo todo y ríete a carcajadas.
Después, ríete todavía más.
A veces color pastel.
A veces, color fucsia-escarlata.
Bruja y oso amoroso.
¡Viva la contradicción!
Hoy he visto a una chica de melena verde,
llevaba una cresta y una corona color rosa.
Otra chica de tacones de aguja y pantalones de payaso la ha saludado.
Y la de camisa plastificada de collar de perlas también las conocía.
¿Cuál es el truco?
Enseñar los dientes para caminar.











- ¿Qué pasa cuando el tiempo que compartes con alguien a quien quieres es limitado?

- Pues que tienes que crear buenos momentos con él para poder tener recuerdos bonitos.

- Sí, pero,… no sé si puedo aceptarlo.

- ¿Aceptar el qué?

- Que todas las personas tienen un tiempo límite aquí y que en algún momento se irán.

- No pienses eso.

- Pues lo pienso.

- Pero eso es algo que no puedes controlar porque de cualquier forma pasará.

- ¿Y entonces qué hago?

- Disfrutar ahora con esa persona.

- Pero a mí me gustaría que esa persona fuera eterna.

- Él ya es eterno.

- ¿Ah sí?

- Sí, los recuerdos del tiempo compartido con alguien son eternos y además imborrables.

- Entonces creo en lo eterno.

- Yo también. Y en lo imborrable.

                              Gracias a "Saturno" por inspirarme esta entrada. Te leo y te recuerdo.











Uno puede conectar un edificio con algo muy cotidiano.
El parlamento Europeo de Estrasburgo.
Una simple y maravillosa lámpara de cartón.
Cuyo armazón, efectivamente es el imponente edificio francés.
Así asoma la creatividad de cada uno.
Por la noche me acordaré de ti, amigo arquitecto.













Cuando no hay otro/a, no adquiere un sentido el dar,
es una sutil diferencia, pero muy importante.
Es un equilibrio, es yin-yan.
Mi efusividad necesita de tu receptividad.
Dar no es dejar, dar es regalar.
Yo escribo, 
tú lees.
Y así todo toma sentido.











Absolutamente todos somos influenciados por el entorno, 
la opinión social, los medios de comunicación, las tendencias, 
las modas, la publicidad, las normas, 
los intereses de todo tipo,
nadie nos podemos escapar de la manipulación.
¿Hay alguien que tenga criterio propio? 
¿Y si lo hay, lo aplica incluso cuando su propia opinión no es socialmente aceptada 
o le puede perjudicar? 
¿Y de hacerlo, se atreve a mantenerlo o desiste por no favorecerle?
¿Qué se necesita para ello?  
Todos queremos ser como los demás,
sin embargo,
todos somos diferentes.











El lenguaje de seducción es distinto para cada persona.
Pero seducir entre líneas siempre es sexy.
Dejar pistas para ver si la otra persona las capta,
es la señal que te confirma que las ha entendido 
y que está en tu misma onda.
Como este lenguaje es muy sutil, y a la vez misterioso,
 su encanto reside en que es difícil distinguir la pregunta de la afirmación.
¿Será?
¡Será!
Hace falta mucha seguridad en uno mismo,
incluso en las propias dudas.
Eso es lo único que puedes controlar, y,
 lo que, quizá, 
te dará la victoria.











Te vas acercando y eso me gusta. 
Ahora siento paz al ver que estás en camino.
Nunca pensé que sería posible por tus andares escépticos, 
pero dentro de tí hay alguien bello y armonioso.
Tú quieres elevarte aunque tengas que dejar atrás el barrio y las caídas.
Y es que, 
me había olvidado de tí esperanza, 
y confío en que pronto estarás a mi lado.











La atención auténtica es siempre en lo privado, 
no es pública, 
no busca la mirada de los demás,
es secreta.
Es la única forma para que crezca entre dos personas una complicidad genuina.











Hoy, me ha vuelto a pasar una de esas cosas extrañas que me suceden a menudo.
¿Qué hacéis vosotros cuando la vida 
os señala determinada cosa o determinada persona de forma repetitiva? 
¿Pasáis de largo o reflexionáis sobre el significado?
Yo sí creo en las señales, lo que pasa, es que nunca sé cómo interpretarlas.
Y como quiero la interpretación correcta, pues me bloqueo y no saco nada en claro. 
dichosa rigidez la mía ¡ayy!
A partir de ahora, las interpretaré como me diga mi intuición. Punto.
Ella es como una inmensidad acuática donde puedes nadar hacia donde quieras, 
hacia el lado frío (si la interpretas en perjuicio tuyo) 
o hacia el lado caliente (si lo haces a tu favor).
He decidido que nadaré hacia el lado rojo-anaranjado ¡y tomaré acción al respecto! La intuición no habla por hablar, eso dicen,
y además, es activa, desde luego.











Según como mires verás A o B.
¡Qué tópico ¿no?!
Pues sí, es así y normalmente cuesta una barbaridad.
- Cuando haces una foto captas un instante de la persona; una mueca quizás,...
Miras en un marco estático,
estás captando el espacio, la posición.
- Cuando haces un vídeo captas el lenguaje no verbal (exceptuamos el sonido) de la persona, sus múltiples gestos.
Miras en un marco dinámico,
estás captando el movimiento, la velocidad. 
La arquitectura es espacio pero se recorre en movimiento. 
Ambas posturas se han de considerar.











Es lo único que importa para saber vivir,... 
No tengo nada más que decir,...












Abandona la mente que piensa en prosa
reaviva ese otro tipo de mente que piensa en poesía
deja a un lado tu pericia con los silogismos;
permite que las canciones se conviertan en tu modo de vida.
Pasa del intelecto a la intuición,
de la cabeza la corazón, 
porque el corazón está más cerca de los misterios,... 


Heart Cone Chair, Verner Panton 1959.










Abre todas las puertas, las que no te corresponden se cierran solas.












Muchas veces me empeño en huir de la lluvia, 
pero el ojo avispado sabe que en realidad, me encanta mojarme.
Es esa contradicción una de mis cualidades, la que pone más nerviosa a cierta gente 
(por lo general la más racional y previsible) 
y que a la vez es causa de uno de mis mayores encantos, la transparencia.












Sobre todo HAZTE CASO.

Tu esencia siempre estará contigo.












Él quiso impresionarla. No por ella, sino por él.
Ella sabía que la subestimaba, pero esa era precisamente su virtud.
Ella veía claramente sus debilidades y no decía nada.
Él desconocía su lado oscuro.
Él no se daba cuenta porque no era tan consciente como ella y cambió el sentido de su admiración.
Ésta no quiso ir y mandó a su disfraz. Ella no pudo ser generosa.
Él no consiguió lo que quería, no obstante, recibió lo que tanto necesitaba: 
SU RECONOCIMIENTO.












De repente me siento extraña en este lugar, 
con esta gente cercana a mí,
en este entorno montañoso,
aborreciendo las calumnias y las habladurías
deseando platonizar para hacer realidad,
queriendo deshacerme de lo mundano sin dolor;
noto mi cuerpo expandirse, elevarse
y anhelo el encuentro con mis alas, a pesar de mis escamas
esas que utilizaron en mi universo particular,
observando a los seres terrenales desde las alturas
y riéndose de la mediocridad de sus vidas,
porque ellos no son aptos para dejar atrás la vanidad
y despojarse de sus tacones,...
con lo divertido que es seguir la naturaleza y convertirse en un bicho raro;
deseo el encuentro con ellos, con lo seres ACUARIANOS.











Brillar aun cuando nada brille, aunque nadie te vea,
el ojo observador lo verá, y se maravillará.









































Siempre pensé lo contrario, que los manipuladores eran los verdugos de los manipulados y éstos sus víctimas.
Pero cuando indagas un poco más, 
tiene sentido pensar que cuando alguien hace algo es porque lo ha sufrido en sus carnes. No obstante, el opuesto no es verdad. 
No siempre los manipulados se convierten en manipuladores. 
La gente manipulable no es la gente a la que los manipuladores manipulan sino que son los propios manipuladores los manipulados, por eso manipulan.
Ellos no clavan el cuchillo a los demás, se lo clavan a ellos mismos.
En realidad, los manipuladores son las víctimas.


Foto: Chema Madoz










Soy pacífica,
no obstante hay cosas que tú no sabes y cosas que jamás comprenderás,...
Es culpa de la conjunción, terreno sólo para intrépidos.
Tiendes a desconfiar maldita sanguijuela
y despiertas a Neptuno una y otra vez,
él te advierte con caricias falsas y no sabe si darte otra oportunidad,...
mi nombre verdadero que creías escondido revelará toda su fuerza bruta 
porque soy una bestia, no lo olvides,
no dejará de perseguirte nunca pues a partir de ese momento,
recordarás que subestimaste.
Te enseñará la fuerza de la entrega, la cual nunca estuvo a tu alcance.












A veces soy dura durísima
incapaz de conmover
y es otra vez él,
vuelve a oscurecerme
y me atrapa y no me deja comprender
vete, ¡vete de aquí!
quiere hablarme pero yo no se lo permito
porque daña mi reputación
pero,... ¿qué significa eso de la reputación?
Una grandísima pantomima que sin embargo lastima.
Dale una patada y hazle un corte de mangas,
y dile que permitir cura, soltar cura, abrir puertas cura, el silencio cura
y también,... escribir cartas.












Inténtalo,... el tiempo me favorece,
el pasado ya lo dejé en tu puerta
y mis ojos acuosos no me van ya a traicionar,
he visto tu trastienda y está muy sucia,
lo siento querido arquitecto, ya no me eres útil,
mi plan abrió tu herida
pero una dama sabe cuándo ser despistada y atolondrada
y sólo un caballero tratarla no cómo es, sino como muestra su mirada,
la lástima es que tú no quisiste mirar,... qué pena querido arquitecto,...
qué desgracia haber perdido esa oportunidad.
Qué torpe cuando no sabes ver las fortalezas escondidas.
Mereces mis ojos de piedra,... y ahora, son imposibles de agujerear,...












Lo has hecho tan bien,
sin miedo desde el primer encuentro,
a riesgo de que tachara esa sensación de implacable,
que se ha quedado en mi retina y no se va, 
porque remite a un acercamiento, a calor, a quiero, a dame,
y yo solo podía mirarte tan fijamente que creo que lo sabías,
me sentía tan deseada que no sabía qué hacer,
dudaba y te acercabas, y tus cejas me lo decían todo,
cómo me gustaba verte así, indefenso y sonriente.
La despedida fue un homenaje a tu apellido,
que sin atreverte del todo, lo intentaste
¡qué valentía la tuya! no puedes evitarlo,
te mereces una segunda y esta vez habrá
caricia, además de beso.
sencillamente porque me lo dices en sueños.











Con vocación de soldado,
pretendes no liderar, cumplir normas, cooperar,
¡pero qué ciego estás! y qué poco te ves,
la obediencia forma parte de tus defectos,
y así nunca podrás mandar, lo que tanto deseas.
Ser general quieres, cuyo objetivo es acumular,
como el becerro de oro al que todo el mundo iba a adorar.
¡Basta ya! deshazte de tu hipocresía que atrapado te tiene
por querer brillar sin aún ser luciérnaga.











¿Por qué me he acordado de la palabra torbellino hoy?
No es casualidad, así estoy ahora y ya muchos se dieron cuenta antes, incluido el ordenador.
Yo no me ablando como la zanahoria, sino que hago la operación contraria,
estoy fuerte, feliz y me foguea el corazón.











Te leí como siempre hago, y vuelvo a operar como siempre,
¡maldito idealismo! ¡suéltame de una puñetera vez!
No entiendo nada, yo no soy venusina,
pero mírame, aquí estoy leyendo sobre gemelos
y convenciéndome de hacerlos, contigo,...
escuchando canciones que odio pero siempre en la sombra
como buena lunática.
Todo parece indicar que sí, no obstante preparo los colmillos y la piel curtida
el 2009 no puede volver a repetirse jamás,
y si se repite, que sea para que me persigas.











La mitología me inspiró,
y debí confiar más en mi instinto, tan certero siempre,
tan sutil, tan miedoso
como las letras de mi nombre.
Sabía que me engañabas, el engaño de la seducción también es engaño,
como ese "hasta pronto" de despedida arácnida.
Libra traidor, Sagitario embaucador
90 minutos eran la regla y no la excepción,
nunca pronuncies "especial" en vano.
En beneficio propio también es amor, pero amor al negocio.
Hábil pensador, nunca subestimes a una mujer con rayos X,
Sagitario traidor, Libra embaucador,
Lo siento cactus. Desaparece de mi vista.












¿Sabes? No te creo.
Te esfuerzas demasiado ignorante capullo.
Pero a mí me gusta deshojar flores y también capullos,
volaré hacia tu tallo para darte la lata.
¿No querías estar atrapado? Tu universo me buscó, ¡juro que fue él!
Primero me negué, luego te propuse y tú te disfrazaste de valentía. 
Sigo sin creerte.
¡Farsante! Leí tu carta y no se parece en nada a ti.
Tú no corres, dices correr, y en verdad, quieres que te cazen,
un cazador de pacotilla es lo que eres, uno que caza estrellas...
Coge el cohete y ven por mí anda, que no tengo todo el día.











Eres lindo ¿lo sabes?
Yo sí creo en la sincronicidad y por eso lo sé.
Estás desde hace años totalmente sumergido aunque tú lo desconoces.
¡Bobo!
Porque aparte de descreído eres azul,
y todavía no has aprendido a sentir.
Yo te puedo enseñar, pero tendrás que aprender a no huir,
el viento es traicionero, en cambio el agua es nutricia.
La enterraste con la excusa de: "es que yo soy torpe"
y tu nariz quiere bucear, quiere nadar, quiere sentir y no la dejas...
Es grande precisamente para oler.
Ábrete a la inmensidad, ábrete al tridente si quieres ser un Dios,
ábrete y confía, que aquí estaré yo para acariciarte.











Como el juego del tapón voy dando capones al que me saluda.
Adúlame, apláudeme, halágame que sin ti no me veo. 
¡Te necesito!
No quiero rivales y me creo valiente cuando solo lo soy a medias.
Quiero que brilles pero si destacas no me gusta y evito tu encuentro.
Solo quien no me cuestiona es mi fan y aborrezco al que marca la diferencia,
esa que tanto me gusta, eso sí,
para mí y no para los demás.
Mi arte no necesita corrección, solo aplausos.
Yo evito, ignoro y eso me da felicidad.
Te hago sentir vergüenza cuando tú me la haces reconocer en mí.
Voy a pasear al perro, digo al ego.
Soy muy humilde, así que, déjame en paz.
La resistencia no tiene nada que decirme.











¿QUÉ HACEMOS LOS ARQUITECTOS?

Encendemos una mecha,... 

(llámalo ilusión, llámalo inspiración)

escogemos algo,...

(barajamos muchas opciones y elegimos una)

nos ponemos las pilas,... 

(empezamos a materializar la idea)

atrapamos lo que nos gusta,... 

(trabajamos generalmente con condicionantes)

convertimos la idea en hogar,... 

(un espacio donde poder estar y habitar)

le damos aire al espacio,... 

(expandimos sus cualidades más bellas).











Una vez caigo, dos ya no.
Y sí, no te lo voy a perdonar.
ser lastimera ya no se lleva y además, no es sexy.
No puedo tener compasión por ti.
Y no, no lo siento. Soy así de perversa,
en contra de toda la comprensión que me rodea.
Yo soy escorpiana y tú no me manipulas,
gasta el dinero en habilidades, en mirarte, en darte miel.
¡Desembróllate y deja de perseguir! O me veré obligada a destronarte.
Métete en el pozo como hice yo, si tienes valor claro.
Y deja de culpar a los demás por los rechazos que recibes,
pues con tu actitud los demás nos salvaguardamos.
¿Por qué? por el amor que no mendigamos, por el amor que nos tenemos.











Ya lo sé, mi primer beso fue un mordisco,
perdóname, ¿te dolió?
Me pasa con asiduidad; la gente siempre quiere la rosa, la de plástico,
y se asustan si intento rebuscar en sus ruinas.
Yo no lo hago para fastidiar,
lo hago para querer, para querer mejor, ¿no lo comprendes?
Tengo que averiguar si escondes piedra u oro.
Protégete con palabras si quieres, no hacen efecto en mí,
no el deseado por ti, así que, es inútil.
Ahora creo en otras cosas.
No intentes quedar bien, deja la marioneta para otras,
a mí dame tu núcleo y tus defectos.
Yo buceo, no nado. ¿Te gusta a ti también bucear?
Soy arqueóloga de simbolismos y de gestos, siempre pequeños,...
A mí no me des tu código postal, a mí dame tu código genético.











No sé de qué vas, lo veo en tu mirada.
Das pasos hacia atrás cuando quieres ir hacia delante.
Tu parte dulce no logra sentirse bien con mi sol,
pero,... ¡es que es antagónica! Fíjate que es para compensar, tú tranquilo.
Cuando uno pueda, el otro no querrá, ¡y será genial!
¿Qué parte utilizas para relacionarte conmigo? No me lo digas:
El arquero cazador que hiere con su flecha, ¿a que si?
Lo que no sabes, es que a mi no me hieres, a mi me flechas.
Me encanta no saber hacia dónde nos dirigimos.
Así que, por si acaso te lo diré:
No seas elegante si no quieres, sé animal,... tú ya sabes cuál.











Se supone que eras hogar, que eras alimento,
que eras cobijo, refugio y cueva,
y como estás distorsionado, me lo has hecho sentir.
Yo no soy un peso de cocina ¿sabes?
 y tus “tesoros” mueven mi aguja descontroladamente.
¡No te quiero en mi vida! ¿no lo ves?
La sensibilidad es una putada sí,
pero me hace precisa como una brújula.
Te enderezé, reconociste tu error pero perdiste mi norte.
Ya te conozco zona 7.
Ofrece como lo haría un hidalgo, 
y deja de disfrazar tu necesidad con cariño, ¡impostor!











¿Te has turbado o sólo me lo ha parecido a mi?
Qué desconfiada soy,
siempre empeñándome en colocar los pies juntos
y mirar de lejos al mundo del símbolo como un soldado asustado.
Como es difuso y requiere una mirada clara y mucha confianza
es invisible para casi todos, pero a mí me mira muy fijamente.
Creo que le gusto.
Me seduce, pero también me engaña, y es porque le da miedo que siga sus pasos.
Mis pies quieren ir y mi cuerpo dice: vamos, adelante.
Siento impotencia, ¿qué raíz me lo impide?
Como soy tan honesta, en verdad sé que no hay ninguna raíz, ¡es la lógica!
Y ahora, ¿qué hago yo si soy antilógica?
De repente y sin avisar, me vuelvo invisible y algo me dice:
SI, se ha turbado. Lo has turbado.
Uf.











Sin desconfiar un poco no puedes llegar lejos,
Te caerás repetidas veces y recogerás tu corazón otras más,
¿por qué la bondad es tan ingrata? 
¿por qué la inocencia no pelea?
Entiendo que sus armas no protegen, pero ofrecen ventajas.
Y alguien como tú jamás lo comprenderá porque necesitas los hilos.
Tu pulsión siempre querrá hundir y entiendo ahora tu profesión.
Es lógico, no puedes escapar y debido precisamente a ello lo mercantilizas.
Por fin comienzo a ver la luz en la cueva en la que me encontraba,
cuando todo estaba tan claro en mi sentir, y no le hice caso.
No obstante, todo ello tuvo un propósito, 
¡mi discernimiento!
Soy más astuta que tú, con mi capa, mi corona y mis alas,
y como toca no te lo mostraré.
Prefiero la lenta agonía de dejarte sin un por qué.
Lo haré con la incertidumbre que tan penosamente te ha ganado.
La confusión me estaba avisando y ahora ya renuncio a buscar,
Sé quien soy, no intentes decírmelo tú ¿quieres?
A lo sumo conseguirás que me tambalee pero el equilibrio es mi amigo
y me ha dicho que a ti no te quiere, 
¿por qué crees que es? 
Contigo se cae.
¿Vas a continuar echándome tu pulsión o reconocerás la superación del pupilo?
Venga, un último intento lanzándome tu soga:
"Confío en ti" ¡ja!
¿como te atreves a pedirme honestidad? 
¿dónde está la tuya?
No siento decepción, lo que siento es libertad.
Mi felina interna ha despertado y es tan taan taaan felina que no te atacará, 
ella es mansa; 
solo te mirará y sin ningún atisbo de culpa, se irá para siempre de tu lado. 
HASTA NUNCA.











Los demonios no me dejan en paz,
necesito que los mates,
pero con ese corazón que tienes me dices:
no lo hagas, déjales entrar, invítales a una cerveza.
Deja las galletas, aprende a discernir.
Odio no saber hacerlo, decirlo y reconocerlo, ¡qué boba yo!
Cuando hablo contigo tú me ayudas,
tu forma de hablar, tu tono suave ya borran mi color rojo,
y me conmueve tanto, tanto tu bondad
que acojo al dolor como posibilidad,
él entra en escena y el mundo es un lugar más acogedor.
Haces que ame la tristeza.
No cuestionas ni analizas mis palabras,
y tampoco te enfada mi necesidad de diagnosticar,
mi valor es la letra "d", pero aun sigo aprendiendo su lección.
Tú en cambio vas directo, sin rodeos, como gota, con la sencillez de un proyectil.
Es mentira que no haya personas, 
las hay
y qué inestimable saber que tú naciste.











Una vez me hicieron una pregunta dentro de un juego,
ví la Villa Mairea y dije que era mi identidad, sin saberlo.
Acogedora, amaderada, abierta, boscosa, rica
y esa escalera preciosa y excepcional.
Mi amiga frunció el ceño, ¿no tiene puerta?
No, no la tiene.
¿Y puede entrar cualquiera?
Sí, cualquiera.
Una estrategia sin táctica, quizá peligrosa
pero enormemente generosa que casi nadie sabe entender.
Sin barreras acepta a todos, incluso a los malos,
que si acceden, verán armonía, belleza y calor.
Si deciden, aun así, gamberrear, la casa llorará
y quizá tome medidas fruto de su decepción.
Ella nunca ha sabido acotar,
lo único que sabe hacer es confiar
en que jamás la dañarán.
Una casa respetable hace respetable al visitante. 
Y el huésped respetuoso será el comprador final.











Si matas al defecto, matas también a la virtud. 
Recuérdalo bien.
Deja al roto en paz, no lo cures, acéptalo y dile: 
no intentes joder mucho ¿vale?
Si no lo haces, se encargará de sacarte la pistola y apuntarte a la sien.
Y créeme, 
entonces sí estarás jodido, 
vivirás asustado y el chico dorado se pondrá a llorar, 
y eso que llorar es de valientes.
Lo reconozco, tengo debilidad por el mellizo cabrón, 
me divierte bastante más.
Pero no te confundas, 
ambos fueron criados por una loba, engendrados por un guerrero y paridos por mí.
El dorado brilla tanto, recibe tantos aplausos y gominales 
que es imposible no odiarle.
Sin embargo, es el que tiene la clave para vivir en paz.
Ambos pugnan en tu interior, 
dale lo que te pide a Remo, 
¡¡dáselo por lo que más quieras!!
Rómulo pone límites, Remo los desafía, así que, cálmalo, consiéntelo, 
¿no ves que es muy insistente?
Entonces te dará permiso para lanzarte al océano con su hermano
 y conquistar el mundo, como de verdad hace un rey. 
Deja que se divierta, pero nunca jamás sigas sus pasos. 
Tú quieres bucear y él se conforma con dar volteretas, es algo tonto.
De lo contrario, tendrás que matarle, él no lo hará, 
porque en realidad es un cobarde.
Así que, ríete, ríete mucho con él,
tiene un extraordinario sentido del humor.
Ríete con el defecto y ama la virtud.











Lo siento, bueno, o mejor no, no lo siento.
Sentir que lo siento me hace daño y ya estoy mayorcita para dañarme.
Ya no me interesa ser correcta,
prefiero salirme de la línea y ver que hay al otro lado del campo de fútbol,
soy una voyeaur.
¿Qué no me dejas? Perfecto.
Pero va a ser imposible encajar.
Aunque quizás por eso, como 2 piezas de puzzle distintas encajemos.
O quizás no.
Para ello habrá que forzar, verbo causal de descubrir. 
Y yo, adoro a los detectives.











No tienes paz, no la tienes.
Yo tampoco por supuesto, por eso me acerqué a ti.
Qué risa me entra ahora, después de haberlo visto gracias al anti.
Nunca hice caso a mis sentimientos, pero los sentía.
y cada vez eran más fuertes para que los escuchara.
¡Tachán!
No eres lo que piensas ni lo que haces, 
eres lo que sientes.
Amenacé tu bienestar, por eso lo de los dientes.
Ya comprendo, es que no quieres verte, es que no quiero verme.
La paz surge de sentir lo que sientes, no lo que quieres sentir.
Polarizado en Leo, es evidente.
El brillo, los aplausos, las máscaras, el camerino,
el actor acuariano que quiere ser popular.
¿Se puede no sentir algo y hacerlo sentir a los demás?
Un payaso triste por ejemplo, 
un huérfano que da su cariño.
Sí se puede y los contrarios son poderosos, nunca engañan.
Ahora, cuando quieras paz, ve a quien la tenga, no a quien te la dé.
Porque no le interesará dártela, tan solo regalártela.
La paz no es vendible, no te indica.
Y no se trafica con ella.
Y quien lo hace se delata.











¿Que no soy dulce?
¡Si llevo un caramelo de cianuro entre los dientes!
Si quieres, lo puedo compartir contigo, eso sí, igual te mueres.
¿Habrá alguien que se atreva?
El sentido crítico rechaza la pregunta, el común sale corriendo
y el invisible dice: ¡Yo voy!











Como dicen esos que algunos critican de cursis,
N de apellido y M de maldecir.
Así pienso yo, que eres un idiota, que no pido tanto,
y que no te enteras de nada. 
O sí, y te haces el despistado.
Pero a mi eso no me vale y te vas a enterar, con la S has topado.
Sácate las tripas, porque a ti te gusta la alcantarilla y no precisamente la rosa.
Eso es una treta para ese monstruo llamado ego que tienes y que es insaciable.
Utilízalo para quemar el azúcar y convertirlo en caramelo, que eso sí es irresistible.
Te gusta revolcarte en el barro, en el sudor, en la sangre y en la saliva.
Y yo, estoy deseando saborearlo todo.
¿Sabías que el corazón siempre es rojo? Jamás rosa.
Quítate ya la careta de maleducado que me estás haciendo sufrir.
Que yo soy muy crédula y tan segura de mí que me vienen mil dudas.
Genérame más dudas, 
porque significará que no eres todavía generoso para quitarte el escudo
y a mí me gustan tus intestinos.
Si quieres me destripo yo primero pero tendrás que chuparme la sangre.
Sé que eres lo bastante intrépido para hacerlo.











Hoy me siento preciosa,
estaba sintiendo tantísimo que he llorado de alegría, sonreía por la calle,
incluso a esos desconocidos que me tenían tan frustrada.
Ese ceño gruñón que a veces se me pone ¡hoy ya no estaba!.
Y es que, el simbolismo me importa tanto, tanto
que ojalá me hubiera dado cuenta antes.
Un anclaje dicen, pero es simplemente mi anillo preferido,
ese que parece de compromiso pero que es en realidad de amor.
De amor al clan, de amor a tu escudo de armas.
Porque yo, como buena sirena no me esclavizo por un anillo,
yo me esclavizo por la sangre, esa que es para toda la vida.
Ese anillo me ha traido suerte, esa que yo he buscado,
con mi sudor, con mi escalada, con mis lecturas, con mis lágrimas.
Y me susurra que mi deseo se manifestará.
¡Es imposible viendo un embarazo en un día como hoy!
Observadora como soy de lo minúsculo.
Lo he tocado, lo he sentido y he reído como solo una sirena lo hace,
sin pudor, a lo loco, burbujeando hacia la superfície, ¡que se note!
Esa luna venusina plena en la casa del ermitaño, mi casa del amor,
que me hace sentirme tan sexy lo sabe. 
Ya lo dijo el melenas, eres un terremoto (acuático claro). 
Si no te gusta temblar, no te acerques a mí. 
Y tienes razón, soy un terremoto precioso y sexy.











Un aplauso a la queja por favor, basta de prohibiciones,
¡te prohíbo quejarte!, mal asunto para los rebeldes,
y todos en un momento dado lo somos.
No es lo mismo, entiende la diferencia,
excesivo o insatisfecho, y solo uno es el resiliente, ¿cuál?
Tendrás que observarte,
a ver si tú mismo te autocensuras,
o si haces y dices lo que no se espera de ti.
Para saber qué tipo de quejica eres,
si de los negativos o de los elegantes.











Eh peloncete, ¿cómo estás?
¿Sabes que me encantas? Y eso que tienes mil arrugas.
Y yo a veces soy prejuiciosa.
Qué romántico desmontar prejuicios ¿no?
No hay personas imprescindibles, las hay que te hacen imprescindibles.
Ahora no dejo de quererme,
y me están saliendo demasiados corazones, estoy horrorizada.
Los escritos de la "f" me enfurruñan, es imposible sonreir con presión.
El diamante siempre está enfadado, ¿no ves que no se rompe nunca?
Qué frágil lo antifrágil, ¡no! ¡no lo quiero!
Dame un rubí -le dije al joyero, que al menos es rojito.
Y ahora, siempre sonrío.











Le tengo un gran respeto,
Y sí, solo por sus palabras, son lindas las palabras,
no he tenido la fortuna de ser objeto de sus acciones, aún.
Pero solo por sus letras, no dudo de él un instante.
Hay tanto ingenio, tanta dulzura, paciencia y humildad en él,
pero sobre todo coherencia,
esa de la que muchos gurús adolecen
banalizándola con sus #hastags.
No es así como funciona, queridos expertos.
El que lo es, lo sabe, no lo publica.
Y es esa certeza interna lo que brilla y engancha.
Y engancha con acero, el más fuerte de los materiales.
¿de qué sirven los candados?¿y los anillos?¿y los contratos?
Tan solo para engañar a la certeza, que te pide a gritos que la merezcas.
Y la certeza pisa fuerte.











Como un caballo me miraste y a mí se me subió la sangre a la cara.
Sí, a la cara, ¿sabes que es por ti?
Lo disimulé muy bien, es cierto.
Me pones tan contenta que mi risa se oye en la soledad de Gravity.
Soy esa onda que llega hasta tu imaginación,
y te hace ver que eres hermosa,
inmensamente bella, llena de valores y dueña de una mirada feroz.
¡Una mirada contagiosa! se clava en mí y se traga todas las palabras
porque insiste y exige que sea el músculo ventricular quien hable.
Y ese, lo siento poetas, escritores y músicos
pasa de las corcheas, semicorcheas, pausas, pareados y recursos estilísticos.
Elige por encima de todo la mirada, el alma que palpita en el cuerpo.
Una mirada dispuesta a arrancarte hasta tus pecas.
Me da igual todo lo demás, quiero que vomites color por tu retina.
Disfrázate y así será más divertido,
y cuidado que con ella sonreirás hasta que sangres.
La sangre que beberás hasta que mueras de vida, de exquisitez.











A veces, algo que es mentira te puede tranquilizar,
En una época me bastó,… 
pero olvidaba que mi naturaleza es sacar petróleo, bucear, 
cavar en la tierra y embarrarme.
Y debido a mi insatisfacción, siempre volvía a la fuente.
Ya está, ¡negocio redondo! Estaba encadenada como un reo
con cadenas disfrazadas de liberación.
Y eso tiene un nombre muy feo.
Basta una mentira con traje de verdad para convencer
y jugar como lo hacía Hitler, sin compasión.
Todo por creerte de moralidad superior y tener garfio en las manos
llamado entrenamiento.
Mi cariño mudó de piel, confundí cariño con dependencia.
La insatisfacción es tan saludable,
que no sé si llamarla virtud, porque es mucho más potente.
La regadera no necesita el agua, la necesita la semilla
Y la semilla no era yo.
Me temo que ya no te necesito ni te necesitaré, lo hiciste mi problema.
Y el cariño no es a ti, es a mi propio proceso.
Me siento independiente y satisfecha porque el agua surge de mi universo.
Y ya no la regalo ni la compro porque estoy inundada de belleza.











¿Qué se puede hacer ante un entramado?
Es demasiado complejo y escapa a nuestro control.
Mientras, la gente sigue teniendo hijos, comprando lazos,
presumiendo de negocio
y viviendo la esperada Navidad con la que nos comparamos
en nuestro deseo de ser el más feliz.
Ese afán es el mismo que la ambición imperialista, el llamado dominio.
El "soy mejor que tú" en lenguaje coloquial.
Así, jamás habrá relación.
Los hilos se enredan si uno los piensa,
pero como tampoco los puede mover, hace presencia el olvido.
Los bajitos tienen la clave en sus manos, ellos son y serán.
centrémos nuestros esfuerzos ahí, con ellos,
y no en indignarnos con la careta social bien vista
o rezar por los vecinos
mientras seguimos sin perdonar a las amistades más cercanas.
La solidaridad bien entendida no cura heridas, ni calma culpabilidades.
Tan solo expande amor cuando amor ya ha creado.
Y no todos pueden hacerlo porque es doloroso. Se precisa ser valiente.
De menos a más, crear amor y ser conscientes de nuestra hipocresía.
Denunciarla si hace falta, limpiarnos las manchas negras de nuestro cuerpo,
y preguntarnos si nosotros estamos en guerra.
No Siria, no Iraq, ni Libia, ni Francia,
solamente cada uno de nosotros.
Respóndete: ¿Estás en guerra?









Intentaré ser compasiva,
porque eres de mi tribu y solo por eso te defenderé.
Tehas equivocado, eso sí, tienes una gran imaginación.
Qué castigo es la idealización ¿eh?
es un espejo deformado, de esos de mentira,
que escucha románticas baladas cuando suena un hard rock de fondo.
¿No ves el reflejo de mi cazadora de cuero y mis colmillos?
Lo sé, no eres muy avispado.
Te confunde mi mirada brillante y mi sonrisa de buenos modales. 
Quieres creer que soy una princesa en apuros. Adelante.
No me gusta herir, mi ser nunca miente
y yo a él siempre le obedezco.
Soy una princesa muy obediente, lo juro.
No puedo cumplir con tus ilusiones y no voy a disculparme por ello.
Gracias por tu amabilidad, pero preferiría que no la compraras.
Quiérete, nunca estés solo, deja la cursilería y ponte en acción.
Será lo más romántico que puedas hacer.
En acción para entrenarte, para bajar a tierra y no creer en quimeras.











Pues sí, 
me gusta buscar fisuras, ¿cuáles son las tuyas?
Sé que no me lo dirás, y te has equivocado al encontrarme
ya que soy la persona adecuada.
Efectivamente, la persona que hará trampas, intuyes bien.
¿Quieres celo, tipex o mejor una tirita?
Como arquitecta te recomiendo cemento, por la sencilla razón
de que yo sé cómo destruir, exactamente igual que su contrario.
Con cemento seguro que ya no ves el paisaje, estarás a salvo.
Yo me encargaré de llevarme el cemento sobrante,
todo el que sobra hasta ver la montaña. Y es que el verde me encanta.
Si te engaño para mirarte, ¿me lo perdonarás?
Contigo no quiero muros, quiero desconches, grietas y eflorescencias.
Revístete de ruinas y regálamelas anda, no seas cobarde.
La revista tendrá que esperar para más adelante
cuando nos llamen para la "f", la efe de photocall.












Te debo una disculpa, o quizás una visita.
La notificación me ha llenado de gozo,
sí, de verte en mi pantalla de nuevo.
Y es que la reina cósmica nos acompaña, a los dos,
Hoy es tu día y un poquito el mío también.
Molesta trazo una línea y te vigilo para que no la traspases,
sin embargo, hoy me acuerdo de ti y la reina me ha recordado
mi propio amor escondido, ese que yo te había negado.
Me gustaste desde que te ví, y no es chiste.
Olvida esa poesía sombría que te dediqué,
Que te dedicó mi loba, que no muerde, y que quiere hacer ver que sí.
Eres el cactus más bonito del mundo, y te quiero con todas tus púas.
Pónme una visita, sin pantalla por favor y... para llevar.











"A toda costa", la frase preferida de los elitistas.
Vamos a salvaguardarnos, da igual a quien dañemos.
Me encanta la idea, es estupendo pero voy a decepcionaros,
quiero escandalizaros con mi transgresión.
¿Queréis normas? Dádmelas que yo me las salto.
No os temo, sino que cuando os veo, confío más en mí.
Hacéis que suelte y entre en meditación.
Me ahorro el gimnasio y los ansiolíticos.
Nado entre rebeldes y nunca me ahogo, excepto en la impostura.
Me gustáis amigos elitistas.
Aprendo tanto de vosotros,... Y yo, soy toda pasión por aprender.
¡Guapos!











Eres un chico de extremos y yo, efectivamente
una chica de contrastes.
Juguemos al equilibrio y deja el gato y el ratón para los adolescentes.
Dame reconciliaciones, morreos y hostias.
Venga va, rutinas también, pero las quiero con doble de azúcar por favor.
No finjas sonrisas o te mancharé el traje. 
Advierte que somos iguales, abre bien el ojo y asoma por tu capucha
que la mota que te falta se meta bien en tu retina. 











Yo me doy cuenta por ti, no sufras.
Soy tu parte inconsciente, la que quiere salir y mostrarte tu hipocresía.
Has dejado demasiadas señales por el camino como para obviarlas.
Me has encandilado y entiendo que es lo que querías.
Qué puntería que mi luna te susurró tu deseo, ¡qué lista es!.
Ese que soltaste sin pudor por tu boca y que desató en mí una gran carcajada.
De las que se sueltan en un estallido de placer, en un orgasmo.
Eres un chico tan aplicado, sabes satisfacer mis necesidades más oscuras,
y trasladármelas hasta sentirlas en mi cuerpo.
Juego, café, risa, roce, guiño, mirada, travesura y olor.
Todo menos la palabra, la más estratega de todas.
Entiendes como yo que se encandila de otras formas.
No me gusta tu machoalfeo, pero es sexy.
El protocolo no tiene el poder de seducir y sí la naturalidad,
que te sobra a raudales.
Tú lo sabes, porque me la pones en bandeja.
La contradicción te ha conquistado, te diré.
Tu cara es la suma de contrarios y a mí me parece bellísima.
Y ambos hemos firmado el mismo papel.
Dos letras muy distintas en un mismo papel. Y eso nos une.
Aunque tú no lo sepas.











No me gusta la gente que porta la burla y la utiliza para erigirse.
Es más noble cabrearse, y para los más ambiciosos, 
dejando significados peyorativos para los burlones,
sacar nota en la cumbre de arriba,
apta solo para los que actúan.
Porque actuar es platino y lo demás una burda imitación.
Lo admirable no es nunca la palabra, sino el silencio.
Ah! Y también las lágrimas.











Dicen que las acciones son tajantes,
y en mi caso lo son.
Los regalos también pueden ser envenenados,
siempre que quieras verlos así.
Mi mensaje es claro,
no te voy a decir que aceptes tu sombra.
No soy un recetario, y si me regalas uno, sepas que lo tiraré.
Como soy una señorita educada te lo escupiré en la boca,
para que sepas que no me gusta
y a la próxima, al regalo le mires el diente.
Qué desagradable y borde eres, dirás.
Y es verdad. Tu opinión es así porque es tuya, sólo tuya.
¿Y a que no sabes qué?
que yo tengo la mía.
Yo veo tu sombra y no me da miedo. 
Es a ti a quien le da.
Mi veneno es peor. El tuyo tiene sabor a vainilla.
Yo soy más de sabores fuertes,
como el que prefiero regalarte al oído,
a ver si así te escuchas de una puñetera vez.
Eres sombra también. A pesar del oro que todos ven.
No me gusta que engañes y quiero que lo lleves contigo, 
pegado a la piel.
Lilith, Nina y tu propia mezcla.
Inexacta y única.
Mézclala en el laboratorio y dame la receta.











Es muy buena señal,
ha desaparecido. ¡Ya no lo veo!
Y por eso vosotros tampoco me veis.
Es raro. Creo que han sido esos vídeos nocturnos.
Él ha calmado a este fiera interna.
Aunque el fuego me avisa todavía,
y mis cuerdas hablan con él.
¡No hay manera de que se callen!
Sospecho que nunca desaparecerá, ¡qué cruz!.
Mi pequeña es la manifestación de ese marte latente.
Uñas y labios los compro en su planeta.
Debe ser por los pequeños rencores,
pequeños gigantes,
esos que son escuetos de tecnología
y que duelen por el sabor a maestro
que un día se atrevió a salir sutilmente,
y sin quererlo dio un hachazo.
Transformó conductas y por ello desapareció.
Quizá no debía de estar. Porque si es falso, ¿Para qué lo quiero?
Si es falso, siempre se va.
Y es porque a lo falso, nunca se le necesita.
Tan sólo se le traspasa.
Y es lo mejor que me pudo pasar.
Te acepto melancolía.
Y te dejo ir.











Dos contrastes reveladores.
Y me reafirmo, amo la contradicción. La amo.
Y la quiero porque me ayuda a escarbar.
Profesor serio, cortante, tajante y con ceño a futuro…
Ayuda enviada y sugerencia pedida, sin reserva, con generosidad. 
Y, ¿qué recibo? Puntualidad. 
Explicación impecable, algunas exclamaciones y mucho criterio.
La piel de lobo es el ego de protección. 
Si no miras profundo no lo verás.
Azótalo y perpetuarás su piel.
 ¿Es generosidad lo tuyo? No. 
Sé honesto y lo verás.
No quieres generosidad, quieres apariencia de ella y no es lo mismo.
Un vestido de desnudo no es un desnudo. Nunca.
Compañero de batallas, risueño, con expectativas fehacientes.
Y entonces, el escenario lo ilumina. 
¡Ahhh! Y no permite que le escondas nada, 
¡nada!
Me siento estafada y me invade la vergüenza. 
Mi cara se torna circunspecta.
¿Qué pasa con todas las risas compartidas? 
¿Fueron risas pesimistas?
La burla solo puede ser pesimista y además, es irrespetuosa.
Vas a ser una futura autoridad y ¿te descojonas?
¡Qué falta de pundonor! 
Gracias al bochorno, el atractivo se esfumó.
El descrédito es siempre propio y en tu caso, así fue.
Si siento repugnancia, mis modales se van a paseo.
Los mosqueteros pusieron la lupa,
unos con señorío, otros con elegancia y otros con absoluta sinceridad.
Y el señor dio en el clavo. 
Sin condena, ni crítica destructiva pero con firme convicción.
Un ejemplo de autoridad. Muy muy merecida.
Otros compañeros de aventuras me revelaron su esencia.
En el número 1, la seriedad ante el trabajo propio y no ante el ajeno.
Hipocresía revestida de colegueo.
En el número 2, el pasotismo absoluto y la buena reputación. 
La clave para recibir indulgencia.
En el número 3, la perfección técnica impecable sin conexión empática.
Indiferencia.
En el número 4, el introvertido y huraño que fue consciente de su cagada 
asumiendo con corazón, la mejoró hasta ser brillante.
En el número 5, la calma y la naturalidad como bandera. 
Consciente y desapegada de las trampas egoicas.
Y por último, las paisanas, 
las máquinas de transparencia, sinceridad, seguridad y aplomo.
Y sin casualidades. Con energía afín.
¡Qué sabias las aulas!
Son increiblemente alucinantes.
Si lo tienes, más tarde o más temprano se verá. 
Y lo verán.
Gracias al escenario y a mi propia película llamada:
 “Cultura: el espacio revelador”. 











Tus ojos hablan,
Y tu postura calla.
Eliges mis palabras porque crees en el poder del cuerpo,
y mientras tanto lo silencias.
Gran disonancia la tuya,
¿Cómo la resolverás?
Te di una pista en el texto y tu astucia rápidamente lo captó.
Me lo dijiste en clave de eufemismos.
Profesional y personalmente.
Camuflando el sí por pudor.
Un sí en mayúsculas que yo lo sé.
¡QUE VIVA EL CUERPO!
Y no tanto la palabra.









Es mentira ese caos.
No hay caos en algunas personas, ¿eres idiota o qué?
Te digo que no.
En ESAS no.
Un guiño amoroso,
protección virtual,
confianza sin golpes,
compromiso completo,
intención obsesiva,
rebeldía lúcida,
visión de túnel,
de largo alcance.
Sorpresas de última hora,
nervios de alto copete,
mensajes a medianoche,
unión de clan,
puntería en las soluciones,
atención penetrante,
corazones abiertos,
sartenes de conocimiento,
corazones alegres,
oportunidades, 
ideas visionarias,
exclamaciones valientes,
tijeretazos,
generosidad desangrante...
Existen.
Solo has de buscar la emisora adecuada.
Pista: tiene 3 letras.
la búsqueda es solo una onda.
La onda del NO CAOS.
Y es mundial.








Me encanta verte, me infundes esperanza,
Yo, que odiaba la imitación, resulta que la tuya me gusta.
La distancia no evita el sentimiento.
Eres bello, absurdo y con olor a noche.
Tú eres pasado y yo futuro,
y adivina qué hay en la mitad.
Tu ingenio se me cuela por los ojos
y se transforma en carcajada.
Lo más bonito que puedes darme.
La palabra nos seduce a ambos,
pero, para qué hablar si la risa nos lo cuenta.
Como no la necesitamos la deseamos.
Y es un deseo de pedigrí.









Si eres leal, puedes no ser justo.
Y el honesto es siempre justo porque ama la verdad. 
Y es leal, pero a la verdad, no a nadie.
No ocurre siempre con el leal, que por no traicionar puede apoyar la mentira.
La honestidad es muy superior a la lealtad, que está sobrevalorada.
El espectro de la lealtad es amplio, el de la honestidad más reducido.
La honestidad es respeto, y el respeto auténtico no es devoción.
Si eres leal a alguien y ese alguien daña con sus acciones, 
la lealtad es una venda en los ojos.
Si te la quitas dejas de serle leal. No hay otra forma.
La honestidad apoya la deslealtad cuando es necesario.
La lealtad solo funciona cuando el sujeto que la recibe obra honestamente.
De lo contrario es un lastre y trae consecuencias.
La única lealtad verdaderamente admirable es a la verdad.
Respetar la verdad, aunque sea dolorosa o no me favorezca.
Y no cualquiera respeta la verdad.









Cuán equivocadas están algunas mujeres.
En el día de la mujer, ellas se afanan en escribir sobre feminismo,
sobre cómo cuidar unas de otras,
sobre cómo no envidiarnos ni criticarnos,
sobre cómo ser independientes económicamente
y una sarta de chorradas que difieren de sus acciones.
Oídos sordos.
Acciones cotidianas que gritan más fuerte que los textos.
Tu propia película disfrazada de honestidad.
Ese empoderamiento de pacotilla es en el que no creo.
Escribir sobre feminismo no te hace ser feminista,
al igual que escribir sobre cultura no te hace ser culto.
Lo único que vale es la acción y el ejemplo.
Denuncio esa hipocresía, tanto en hombres como en mujeres.
Las banderas no se alzan al exterior,
se llevan en el corazón.









Suave y dentro una corteza fuerte,
y una espada ¡theology!
¿Lo tienes ya más claro?
La esperanza existe y está en esa canción.
También en tu juego de hace 30 años,
y en ese futuro pronunciado con certeza.
Uy la palabra, ¡qué miedo me da!
esperaré unos días, que no quiero quemarme.
Sorprendida me dejaste,
queriendo saber el por qué.
Ahora pregunto yo: ¿Por qué te interesa?
Es una ecuación hecha de misterio: ¡Suéltala!
Tu lógica entrenada supongo,
aunque detrás de toda lógica
siempre hay algo más.
No es casual Sr. Nash, es la lógica del amor.










La ilusión era invisible,
y tú la has teñido de rojo.
Por fin la veo.
El ON es tuyo,
pero el color es mío.
El poder de despertar sensaciones.
Ese poder.







Con F me describo y la defiendo a capa y espada.
Y no quieras engañar al colectivo
porque somos muy rápidas, todo lo cogemos al vuelo.
Si no quieres ser pretencioso,
deja las palabras a un lado,... o no,
pero habla también con los gestos,
lenguaje no verbal le llaman.
Y que dice mucho más que cualquier palabra.
¿Sabías que la mujer también puede alumbrar el camino 
y que de hecho, crea nuevos?
Ya sabemos que no es lo que tú querrías,
que el héroe es siempre el hombre
y que la mujer ha de seguirle.
Menudo F estás hecho,
eres todo de cartón piedra.










Tú te mueres por dar tu opinión, 
pero es que circular por esa carretera está prohibido.
Y ya sabes, como buen ciudadano has de respetar las señales.
Mostrar es muchas veces esconder y la prohibición es un sí encubierto.
Te falta perspicacia para distinguir ambas y poder por fin, circular.









Silencio, refugio y estalactitas. Ahí me quedo.
Lejos de entrevistas, exhibicionismo moral y vanidad.
Si sacas el cuchillo por defender una causa no eres más noble.
¿tú nunca te equivocas?
Estás manchando la esencia del movimiento y ni siquiera te percatas.
Ella está en lo cierto señalando lo que tú no quieres oír.
Pero tu sordera hace que saques el cuchillo y se lo claves.
Y lo peor, ella está en tu equipo.
¿Qué estás haciendo?
¿Por qué no le ayudas?
Haz que sea consciente y ampliarás la efectividad.

Sin compañerismo, nada funciona.









Puta sensibilidad,
Percibir sutilidades, descifrar rostros,
interpretar gestos, captar temblores,
chupitos tinto de NO verano,
adivinanzas veladas, torpezas dialécticas,
disfraces de clasismo convertidos en intelectualidad,
chistes misóginos, 
aderezo de buen rollo, atrezzo de risas, 
y detrás de todo, miedo a la vulnerabilidad.
Y la lágrima asoma. ¿Nadie se percata de la parodia?
Cosas buenas pasaron, palabras cargadas de SÍ
y también movimientos huraños.
¿A qué debo atender? ¿Sesgo mis ojos a favor de mis ilusiones?
Las frustraciones a la fresca que nadie parece ver,
debe ser que las tengo que recoger yo.
¿Y qué hago con ellas?
Desapego ven a verme por favor, necesito tu paz.
Si no vienes, al menos tráeme tiritas.
Aún no he encontrado otro remedio mejor.
Luego me preguntan por qué soy contradictoria…
Y ¿qué decir? 
Si tú aun no sabes que también lo eres, no mereces mi respuesta. 









Que no, que no me he olvidado.
Sé perfectamente lo que quisiera estar haciendo.
3 toques de atención fueron suficientes 
para que me fijara en lo que estaba pasando,
y aun así, todo era mudo.
El metro, el rótulo y la cena de Venus
Y dos más de regalo. 
Uno cuantitativo y otro simbólico.
¡Y la merienda! el caníbal.  
Días después no te ibas y 
la pantalla reflejó mi pensamiento,
ese círculo que tanto me gusta ver.
Pero el teatro fue la llave que me faltaba,
y ya dejé de preocuparme. 
Entre bambalinas es donde pasa todo.
El subterfugio. 
En la superfície sólo se muestra y se aplaude.
El agua me espera.
Espero que me despierte y me instruya en el arte de la interpretación. 
La asignatura más difícil del amor.









Un vuelco y un suspiro, así empezó todo.
Un recuerdo infantil con técnica de manual.
Un par de palabras con munición y una invitación.
Un yo también y una mirada “on fire”. 
Me río yo de tu mirada tímida de soslayo.
Mi dulzura te alteró, sin embargo, yo corro más que tú,
y sin tan siquiera entrenar, ¡imagina! 
Soy vulnerable, astuta, inteligente y visionaria.
Hay reglas para amar, decir que no y querer bien.
Y tú te las has saltado.
La campeona, obviamente, soy yo. 









Una vez me dijeron: iniciativa, elegancia, amor propio y voluntad.
Gracias a la iniciativa fui al teatro. 
Con elegancia cohibí a los indeseables. 
El amor propio me permitió no mover ficha. 
Y la voluntad me dijo: cuelga, date la vuelta, mueve el trasero y sonríe. 



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