domingo, 2 de marzo de 2014

¿AUTENTICIDAD O ENGAÑO?


                                                                                         Foto: Suren Manvelyan

Hay cosas que son verdaderas, otras son falsas, también algunas que parecen verdaderas pero que no lo son, y otras que aparentan ser falsas y resulta que son auténticas.

Hay muchas posibilidades, tanto, que a veces cuesta distinguir unas de otras.

Es muy importante saber discernir,... es una actitud que valoro mucho pero que no siempre consigo; y cuando me engañan o me engaño, me entristezco con los demás o conmigo misma.

Es como tener los ojos bien abiertos,... observar y a la vez confiar en ti y en que sabrás elegir lo que más te aporta y satisface sin intermediarios de ningún tipo, solo tu instinto y tú.
Pero hay maestros del engaño, ¡por todas partes!, y cada vez más estrategias de toda clase para intentar colarte cualquier argumento.

Pondré el ejemplo de cuando corregíamos proyectos en la facultad, pero es extensible a cualquier proyecto creativo.

Había quienes te vendían su proyecto de forma espectacular,... aun sabiendo que había cosas cuestionables o que se podían haber mejorado mucho más, pero ¡oye! ¡se echa morro, atrevimiento y a por todas!.
Otros no sabían hacerlo, pero su trabajo hablaba y sin necesidad de resaltarlo con palabras, se veía a simple vista. Y no hacía falta un gran discurso.
Y luego estaba quien realizaba un proyecto bien hecho y que además lo sabía explicar bien, y en la combinación de ambas cosas, convencía verdaderamente a los demás.

En los tres casos se puede convencer al otro, pero en ningún caso se puede uno engañar a sí mismo con la actitud que uno ha tomado respecto de algo.

A la hora de abordar un proyecto, los profesores siempre nos decían que tenía que funcionar muy bien, pero que además era muy importante saber venderlo.

Buena presentación, saber explicarlo con determinación,... incluso algunos decían que en esta profesión no te puedes relajar, siempre debes aparentar seguridad a pesar de la inseguridad que se pueda sentir internamente y que, aunque no tengas ni idea de qué decir, hay que hacer como que sabes de lo que hablas con mucha convicción porque eso es mejor que nada.

En definitiva,... ¿disfrazar tus emociones? ¿vender una patraña?

La patraña el niño/a interior no la entiende y además, da la tabarra constantemente y te recuerda lo que hiciste, así haya pasado tiempo, aunque rápido lo olvidemos.

He tenido la suerte de trabajar con niños pequeños y cuando interactuaba con ellos me percataba de que son terriblemente genuinos, algo que en el mundo adulto empieza a escasear,... no saben fingir y por eso son tan especiales.
Una vez le hice un dibujo a uno de ellos al que cuidaba por aquel entonces y cuando le pregunté si le había gustado, me respondió:
"Lo odio".
¡Jajaja! ¡Me encantó! Le cogí más cariño.
Aluciné con su sinceridad, los niños son todo corazón y el disimulo no va con ellos.

Creo que no es fácil ser auténtico todo el tiempo y con todo el mundo,... a veces puede ser hasta contraproducente pero también creo que puedes hacer de eso tu distintivo.

Hay una canción que siempre me ha gustado y habla de la esencia en contraposición a la apariencia. Saber ver los proyectos que tienen contenido y a las personas verdaderas, que no se desvanecen al conocerlas, que tienen esencia.

Cada vez más gente intenta venderte sus productos, sus argumentos, sus proyectos, sus ideas, sus creencias, sus creaciones,... ¡es todo muy absurdo! Y al final nos acostumbramos a comprar y nos olvidamos de pensar.

Nunca me ha gustado la palabra vender, me gusta más la palabra convencer.
Prefiero convencerme yo y no que me convenzan. Ahí está para mí la clave de todo.

Cuando estamos confusos,... ¿qué hacemos para darnos cuenta de las intenciones de alguien o para saber qué clase de proyecto tenemos delante?
Cuando ni el sentido crítico ni el razonamiento parecen dar con la solución, solo nos queda el instinto.

El truco es volver años atrás y olvidarte del momento presente, conectarte con tu niño/a interior,...

Así que, ¿¿por qué no lo probamos??